miércoles, 9 de febrero de 2011

Fotografía de Jessica Lange en Mexico

Centro Fotográfico Álvarez Bravo
·         El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, The Rose Gallery y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, presentan la exposición Jessica Lange in Mexico de la fotógrafa Jessica Lange.

·      Ganadora de dos premios Oscar, presenta su faceta como fotógrafa y su exhibición consta de imágenes capturadas durante su estancia en México. 

     

Jessica Lange
Centro Fotográfico Álvarez Bravo

Jessica Lange presenta, por primera vez en México, una selección de su trabajo como fotógrafa durante sus múltiples visitas a nuestro país. Las imágenes muestran la visión particular del México que le asombra a Jessica, sus fotografías nos permiten descubrir escenas apropiadas y transformadas a través de su propia óptica, y materializadas a través de una cámara.

El trabajo de Lange no se basa en una serie de elementos capturados con la perspectiva del folklore o de la percepción del turista, sus fotografías combinan la estética de nuestro país con los elementos que, para ella, son trascendentes y los encuadra a su propio gusto y fascinación. El resultado es muy interesante y presenta conceptos que podrían ser opuestos entre sí, un México visto a través de los ojos de una extranjera pero que sigue siendo muy nuestro, destaca lo que para nosotros ya es cotidiano pero que, tocado por su talento, nos vuelve a maravillar y nos hace verlo de nuevo.



Un lugar llamado Para siempre 
Por Julio Trujillo 


Jessica Lange
Centro Fotográfico Álvarez Bravo
 A través de una lente, toda mirada es extranjera. Incluso los objetos y los rostros más familiares, vistos de este lado de la cámara, se alienan ligeramente, nos desconocen o los desconocemos. Más aún: basta con encuadrar con nuestras manos un fragmento elegido de “la realidad” para que ésta se transforme, se distancie y exija de nuestra mirada un enfoque artificial, deliberado, valiente. Del iris del artista surge, entonces, una nueva “realidad”, también entrecomillada porque ninguna es más o menos que la otra, ninguna es total, no somos plenamente de ninguna. 

Jessica Lange ve el mundo a través de la mirilla de su asombro, que no es exactamente lo mismo que verlo, después, a través del objetivo de su cámara. Primero hay que saber ver. El primer encuadre es instintivo. Antes de alzar la cámara a la altura de los ojos, la fotógrafa ya está editando lo que ve, apropiándoselo. De ahí la extranjería de todo artista: transforma lo que toca, lo hace suyo, ya sea en un confín del orbe o en la cocina de su casa. Es por ello que el México de Lange, lejos de uniformarse en la estética de la postal o del folclor (un turista es un turista), adquiere una poderosa relevancia al presentársenos tan cercano y tan lejano, tan verosímil pero tan irrepetible, tan nuestro pero tan de ella. 

Jessica Lange
Centro Fotográfico Álvarez Bravo
Las parejas que una y otra vez protagonizan sus fotografías, por ejemplo, las hemos visto mil veces. Están en los parques, en las esquinas, en las pistas de baile, en los portones, recargadas en los barandales. Se besan, se abrazan, se dicen confidencias al oído. Sí, pero los ojos de Lange nos enseñan a verlas por vez primera, como si fueran parejas indispensables para el equilibrio del mundo, únicas, frágiles y graves al mismo tiempo. De hecho, lo son. Su trascendencia es la misma que la de esos perros que, en el momento del click, son el centro del cosmos: perros que nos ignoran soberbiamente, pero que nosotros no podemos ignorar después de que Lange los salva del olvido. Esas humildes y portentosas estatuas, poseedoras de una triste dignidad, son los perros de México de todos los días. Porque, al contrario de otros fotógrafos, que están a la caza del momento inusitado, la lente de Lange rescata lo que siempre ha estado ahí y que, por esa misma razón, solemos dar por sentado: la vida misma, pero encuadrada y en blanco y negro, transfigurada, como si la fotógrafa nos devolviera esa vida en pedazos de eternidad. Una buena foto es eso, un pedazo de eternidad. 

Aquel hombre de espaldas, con un costal a cuestas, enmarcado clásicamente por un arco de piedra y que está abriendo una reja desvencijada, ¿a dónde está a punto de ingresar? A un lugar llamado para siempre. No importan los lugares específicos, tampoco las fechas de estas fotografías, sino que son pertinentes en el tiempo. Están para quedarse: la fotógrafa las ha dotado de trascendencia. Y hablan por sí mismas, son tan elocuentes que no requieren de un título que las presente. Y son autorreferentes: aquella es un hombre en bicicleta, ésta es una mujer en una zapatería. No pretenden ser más de lo que son, pero tampoco menos: hay una especie de absoluta puntualidad en ellas, como si un segundo después de haberla salvado, la mujer de la zapatería desapareciera para siempre en los pliegues del tiempo. 

Jessica Lange
Centro Fotográfico Álvarez Bravo
Entendemos, después de observar detenidamente estas imágenes, que a Jessica Lange le importe menos que sean bellas a que sean necesarias. Lo fueron en su momento para ella, y lo son ahora para nosotros. Una pequeñísima figura se aleja de nosotros mientras pasa junto a un carrusel de circo: observarla es descubrir que nada nos importa más que ella, ahí, aquí, para siempre. 

Hoy en día el Centro Fotográfico Álvarez Bravo colaborará directamente con Vixi México en difundir todo lo relacionado con la fotografía, logrando así enriquecer a cada uno de los lectores del BLOG, si tienes algún tema que quisieras que se abordara sobre el mundo de la fotografía para el BLOG de  Vixi México escríbenos  en contacto@viximexico.com

Por:

Centro Fotográfico Álvarez Bravo















Edición: Gabriel Reyes
Curador de Arte Diseño y Artesanía en viximexico.com
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Twitter Gabriel Reyes: @ZoyGabs
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Jessica Lange
Centro Fotográfico Álvarez Bravo

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